Escribo este mensaje hoy porque temo que de haberlo escrito el lunes hubiese ocasionado probablemente un suicidio colectivo tipo la
tragedia de Jonestown entre mi familia y amigos.
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Yo llegue a Torino por primera vez tal día como hoy 3 de Septiembre, me dejaron en el aeropuerto mi papá, mi mamá y mi sobrina Barbara. Dos días antes había tenido una fiesta sorpresa de disfraces inolvidable organizada por mis mejores amigos y aún así, con toda esa carga emocional, una vez en el aeropuerto estaba tranquilo, eso sí el día anterior estaba fuertemente preocupado y nervioso. Llegué a Torino y la cantidad de cosas que tenía que hacer: permisos, cuentas bancarias, inscripciones, compras... todo eso sólo me permitió sentirme mal dos o tres días. Además de eso la Universidad se encargo de darme una bienvenida inolvidable también donde conocí muchos estudiantes que estaban igual de perdidos que yo con el idioma, la ciudad y todo en general. Eso nos unió en una amistad que tras fiestas, viajes y clases se hizo muy fuerte y forme junto con ellos una familia! Y es que eso eran... mi familia aquí! Recuerdo un día en que me dije a mi mismo: "tengo que llorar!" así que me fui a una plaza cercana a mi casa que me parece super deprimente porque tiene un juego mecánico para niños, un carrusel, encerrado en una especie de caja de plástico por la época de invierno y que siempre está apagado con la escusa de estar en mantenimiento; Así que me fui ahí, me senté en una banca y derrame una lágrima. Dí media vuelta y me fui a mi casa.
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El Lunes llegue por segunda vez a Torino, luego de un mes y medio estupendo en Venezuela, para cursar mi segundo y espero último año de la especialización. Me dejaron en el aeropuerto como coincidencia nuevamente los mismos que me dejaron la primera vez, sólo que ésta vez mi sobrina formo un show dramático que no creo que haya sido detonante, pero sí, esta vez estaba muy triste. Abrace a mi familia por mas tiempo que hace un año y camino a inmigración quise llorar a diferencia de aquella vez pero un gocho a quien le agradezco su impertinencia empezó a preguntarme algo que tenía que ver con el papelito que hay que llenar para salir del país y entonces no me permitió hacerlo, tuve que ponerme a hablarle también siguiendo un consejo que me había dado mi mamá momentos antes: "tienes que hablar más con la gente, sacar conversación en las colas por ejemplo" me dijo. Montado en el avión viendo el aeropuerto tuve intenciones de drenar un poco mi tristeza pero nuevamente fueron frustradas esta vez por una profesora de filosofía política de aquí de Torino que me pidió subirle la maleta al compartimiento que está sobre los asientos y me agradeció mis 15 centímetros de más, como ella misma me dijo.
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Al llegar me encontré con la misma ciudad exactamente igual como la encontré hace un año, al entrar al apartamento el olor no era el mismo que había dejado cuando me fui a Venezuela feliz, sino más bien ese olor a madera vieja que sentí el primer día que entre y que me pareció muy característico y que siempre que lo siento recuerdo las primeras horas, perdido escuchando historias de personas que habían vivido la experiencia antes que yo y pensaba... me ira bien? me ira mal? aguantare?
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Mi cuarto echo un desastre, bueno, mas bien un deposito, porque toda la "familia" que hice en un año se regresaron a sus distintos países y como regalo/chiva/basura me dejaron muchas cosas que con el tiempo tendré que clasificar! además de maletas de algunos que como yo vienen en los próximos días o en Enero, cosa que me alegra porque significa que los voy a volver a ver. La ciudad esta sóla porque no están ellos! podría salir a la calle y gritar, Soy Miguel Angel, alguien quiere ser mi amigo? pero sería absurdo y además pienso dejarle al destino seleccionarlos igual que hace un año! no dirán las mismas cosas, no reaccionarán igual pero espero que llenen el vació que tengo en estos momentos.
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Muero porque empiece la rutina de las clases y ver a mis compañeros italianos, que sí bien son sólo eso, compañeros, pienso enfrentármeles y borrar las barreras del idioma ahora que puedo o sus timidez o su frialdad e invitarles una cerveza, una disco, un café que tanto les gusta! coño que me acepten en su grupo!!!
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Hoy salí a comer afuera un
kebab y me preguntó el turco por mis amigos... sin comentarios! Salí y me fui a caminar para bajar la comida, resulta que llegue a la misma plaza, con el mismo juego mecánico inoperante. Me senté en la banca y esta vez si llore, sin proponermelo lloré un rato ahí sólo viendo el carrusel. Me vine a mi casa y seguí estudiando para un examen que presento mañana, que llevo de arrastre y debido a mi motivación actual no le doy muchas esperanzas, pero "que sea lo que dios quiera" como dirían en Venezuela.
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Vamos a ver dijo un ciego...
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PD: Si "suena" muy depresiva mi redacción es sin intención, en realidad ya estoy mejor 
que hace dos días!!
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